viernes, 27 de septiembre de 2013

Las consecuencias de viajar sin auriculares y del comienzo de las semanas de parcial

Para mí, la mayor parte del tiempo viajar en colectivo tiene su encanto -siempre, por supuesto, que no viaje como vaca al matadero. La mayor parte del tiempo, claro, llevo puestos auriculares que me impiden cometer genocidio de carácter etario. Pero no quiero hablar de cuán insoportables son las señoras mayores a la hora de utilizar el transporte público, quiero tomar un rumbo diferente, porque a esas viejas las conocemos todos.
La última rara ocasión en la que viajé sin música escuché la misma frase que suelo escuchar también en otros ámbitos: "Los chicos de ahora ya no leen".
Probablemente mi yo de 15 ó 16 años está en algún lugar de mi cabeza aplaudiendo por la afirmación, pero mi yo de 18 no está tan segura. 
Para empezar, el tema de la lectura siempre fue casi un misterio para mí; yo crecí leyendo: fábulas, cuentos, leyendas, mitos. Nunca entendí la expresión de confusión de muchas personas cuando digo que "me gusta leer" o "leo por placer".Y, además, hay una realidad: no a todos nos atraen los mismos libros. Hay personas de mi edad, personas mayores y menores también, que aman con devoción a Los juegos del hambre; a mí no me los pongas cerca porque te escupo. A mí me gustan Tolkien y Shakespeare, muchas personas consideran a El señor de los Anillos un libro aburrido y la sola mención de William les produce repulsión. 
Creo que, como sociedad, tenemos inculcada la noción de lo que son lecturas "correctas". Borges es literatura, ¡tenemos que leer a Neruda y Sábato, a Homero y Virgilio, a Dickens y Oscar Wilde! ¡Hay que conocer a la perfección los niveles del infierno de Dante y El paraíso perdido de Milton! Tenemos esta necesidad de distinguir la "literatura infantil" de la "literatura para adultos" como si Luces del Norte o La saga de los Confines sólo tuviera mensajes para los niños. En Estados Unidos existen ediciones de Harry Potter para "adultos" en donde el único cambio es la tapa ¡La tapa! Porque, aparentemente, tener a un nene con anteojos es demasiado "infantil".
Pero, de la forma en que lo veo, la realidad es que estamos leyendo constantemente. Y no sólo leemos, sino que escribimos todo el tiempo. Desde Twitter a Facebook, Tumblr o 9gag constantemente leemos y transformamos nuestros pensamientos en palabras. Existen personas que pueden trasladar en 140 caracteres ideas, ironías, sarcasmos, críticas. Humor, alegría, emociones; ¡todo en 140 caracteres! 
¿Por qué somos capaces de apreciar los aforismos de Oscar Wilde, muchos de los cuales entrarían en un tweet, pero no el humor de una persona x? Porque creemos que existe una literatura políticamente correcta, porque aparentemente los cómics, las novelas gráficas, las historietas no son formas de literatura.     
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario